Ese que canta es Barbosa,
pastorcito tandileño.
Apenas se lo divisa,
cuando llovizna en el cerro.
se le parece por dentro.
Un poco por las espinas,
pero más por el silencio.
La florcita amarilla
pastora, dámela en Pascua,
que es tiempo de andar queriendo.
Mirando pasar las nubes,
encima ‘el cerro me quedo,
y de golpe me parece
que soy yo el que se está yendo
Pastores como Barbosa,
puede ser que estén habiendo.
Pero ninguno como él,